viernes, 17 de abril de 2015

Sudáfrica

 
La aventura sudafricana tuvo lugar de Septiembre 2013 a Junio 2014 y duró nueve meses que, a pesar de ser tan poco tiempo, ha dejado su huella en nuestro corazón. Nunca imagine que vivir allí me hiciera tan feliz. Tanto los niños como yo nos sentimos muy integrados con su gente tan amable y cariñosa.

 
 

Reconozco que mi ignorancia sobre el país me hizo sentir un poco reacia ante la idea de mudarnos a vivir allí al principio.
La información al respecto en Internet tampoco la hacía especialmente atractiva a mis ojos, a pesar de las espectaculares fotografías, pues hablaba mucho sobre inseguridad debido a la notable desigualdad social.

Sudáfrica es conocida por su diversidad de culturas, idiomas y creencias religiosas, por lo que se le conoce como "la nación del arco iris"Once idiomas son reconocidos como oficiales por la Constitución de Sudáfrica. Dos de los once idiomas son de origen europeoel afrikáans, idioma que proviene directamente del neerlandés y es hablado por la mayoría de la población blanca y mestiza, y el inglés. Aunque el inglés tiene un importante rol en la vida pública y comercial es, sin embargo, el quinto idioma por hablantes nativos.

 


¿Os imagináis aterrizar en un país en donde el inglés (el único idioma con el que estáis familiarizados) ocupa el quinto lugar por hablantes nativos?
Pues ahora imaginaros que vais con niños que van a vivir y estudiar su año académico allí...

Nuestra llegada a Bloemfontein no pudo ser mejor, mientras España nos despedía con un triste y melancólico otoño, en Sudáfrica la incipiente primavera nos recibió con una explosión de color y flores.
Bloemfontein es la sede del poder judicial así como también la capital de la provincia del Estado Libre y es popularmente conocida como "la ciudad de las rosas", debido a la abundancia de estas flores y a que el festival anual de las rosas se lleva a cabo allí. 
Muchas estampas cotidianas del lugar atrajeron poderosamente mi atención. 

Esta imagen fue una de ellas.

 
 
         Unos hombres siendo transportados a su lugar de trabajo

Y es que Sudáfrica es un país contrastes; se aprecian grandes desigualdades entre los distintos grupos sociales, por un lado existen grandes fortunas pero por otro aproximadamente una cuarta parte de la población sudafricana se encuentra desempleada y vive con menos de 1,25 dólares estadounidenses al día.

En Sudáfrica, o al menos en Bloemfontein, no hay una regulación estricta sobre la forma apropiada y segura de viajar en los vehículos como se puede apreciar en estas fotos; muy poca gente utiliza sillita homologada para los niños, aunque la venden en los centros comerciales, y lo mismo pueden ir así los niños como un caballo en este tipo de vehículos.

Eso si, hay que reconocer que son un ejemplo de civismo y educación al volante. Ya quisiéramos nosotros, en nuestras ciudades, que nos cedieran el paso y se alternaran los coches para pasar con la misma armonía que allí se hace en los cruces. ¡Impresionante!

 

 
Este cruce nos daba mucho respeto a las expatriadas por allá. Si a eso le añades que conducen por la izquierda, la cosa se complica.

 

Como puede apreciarse, recuerda mucho a los cruces que pueden encontrarse en USA.

Frente al desarrollo y modernidad que está experimentando el país en algunas ciudades como por ejemplo Ciudad del Cabo, Durban...etc, todavía se percibe la herencia del periodo del apartheid en algunos detalles sutiles.

Tengamos en cuenta que la abolición del apartheid no queda tan lejana en el tiempo, la liberación de Nelson Mandela tuvo lugar en 1990, después de pasar veintisiete años encarcelado por defender la igualdad entre las personas de color y los blancos.

¿Cómo se aprecian estos detalles?

 

 
El personal doméstico me llamaba especialmente la atención . Aunque los sueldos son en general bajos, este gremio sufre mucha injusticia. Una empleada doméstica gana tan solo cien euros al mes por una jornada de aproximadamente nueve horas al día, sábados incluidos.
Una amiga y yo hemos llegado a ver una cama y un pequeño televisor en el garaje de un chalet que tenía el portón abierto. Sin duda a algunos les cuesta evolucionar con los tiempos, y siguen anclados en el pasado.

Pero no penséis que el coste de la vida allí es especialmente barato, si bien es cierto que la restauración la encontramos más barata que en España, por lo demás no hemos experimentado un ahorro destacado en el bolsillo.  
Muchas veces los niños pasan más tiempo con el personal doméstico que con sus propios padres y los niños aprenden a hablar en sesotho, además de la lengua materna afrikáans y la lengua neutra, el inglés. 

Algo que también llama poderosamente la atención allí es hablar varios idiomas con fluidez, o bien afrikáans e inglés, sesotho e inglés etc.

En fin, espero que os haya gustado el post de hoy.


Fuentes: Mi buena amiga María, Internet y mi humilde propia  experiencia.
Gracias por esas fotos maravillosas, María!!!



































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