Bloemfontein, ¿Qué visitamos? : Emoya Estate

En Bloemfontein hay una serie de sitios que son especialmente atractivos para ir con niños. El primero que yo os recomiendo visitar es Emoya Estate si deseáis pasar un día agradable al aire libre en contacto con la naturaleza y los animales.

Emoya Estate es una reserva natural privada de 270 hectáreas que consta de un restaurante con una zona al aire libre y otra zona cubierta en donde se puede charlar tranquilamente sin preocuparse de nada y lo más importante, los niños disfrutaran dando de comer a los patos, las gallinas y, si hay suerte, podrán atisbar por nombrar algunos, a las jirafas, avestruces, springboks o a los rinocerontes que allí viven en la reserva.

Al restaurante hay que añadir entre sus instalaciones: un cibercafé, un campo de golf (algo rústico), un minigolf para que también puedan disfrutar los más pequeños (allí se puede alquilar el equipo por muy poco dinero para los niños) y columpios.

Si por otra parte lo que deseáis es pasar la noche en la reserva, Emoya Estate cuenta con dos tipos de alojamiento muy curiosos dentro de un entorno completamente privado y natural:

•       Basotho Village Hotel ofrece un aforo para setenta y dos invitados en habitaciones catalogadas de categoría superior que están dotadas de aire acondicionado, Wi-Fi, LCD TV, etc. Sus huéspedes pueden disfrutar de la piscina al aire libre y el spa. 

                         https://www.youtube.com/watch?v=zH7ei40uzLQ#action=share   

                               

                                   

•     Shanty Town (Makhukhu Village) es la otra opción que puede interesar a aquellos que quieran “pagar como ricos para vivir como pobres” y así experimentar como se vive en los “shanty towns” o asentamientos improvisados en los alrededores de las grandes ciudades, dentro de esta reserva privada. Para que os hagáis una idea, una habitación con cuatro camas dispuestas a modo de literas que dispone de una pequeña cocina y ducha (ya que el aseo está fuera de la habitación) cuesta por noche 70€ (850 Rands) mas o menos ; con el desayuno incluido hay que añadirle unos 8€ más aproximadamente . Esta opción hotelera a modo de reclamo turístico fue muy criticada en su momento, sin duda puede ser considerada un poco frívola teniendo en cuenta que pasar una noche aquí supone 1/3 de un salario medio para una persona sin cualificación en Sudáfrica. Según comentan en el vídeo que podéis visualizar abajo, el shanty town se llena al 65% desde finales de agosto hasta abril. 

                                         https://www.youtube.com/watch?v=_6fSoVWBklo

Este letrero tan sutil me hizo gracia. Se podía ver a la entrada de los aseos recordando las normas de convivencia  .

Dentro del Emoya Estate conviven hasta treinta y tres especies diferentes de animales salvajes y para ello se da la oportunidad de una visita guiada al safari y lo que ellos denominan the Cheetah Experience, actividad que hay que reservar con antelación. Durante este safari se pueden ver animales tales como leones, rinocerontes, Oris, avestruces, el caracal (animal muy parecido a nuestro lince ibérico aunque no está emparentado con el), jirafas...etc. Durante la Cheetah Experience se puede entrar en los recintos de algunos animales y tocarlos siempre con mucho respeto y cuidado. 

Sudáfrica, mosaico de culturas.

Según la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Johannesburgo, la mayoría de los blancos, mestizos y asiáticos viven en las zonas urbanas (91%, 83% y 96% respectivamente). 

 

Por el contrario, tan solo el 42% de la población negra reside en zonas urbanas. Este menor grado de urbanización de la población negra obedece a razones de naturaleza histórica y política, ya que dentro del marco de la legislación del régimen del apartheid, a los negros se les desplazó forzosamente a los llamados “homelands” o bantustanes (regiones semi-independientes dentro de Sudáfrica creadas para las distintas etnias negras). Una vez abolido el régimen del apartheid, se produjo una aceleración del proceso de urbanización de este sector de la población.

 

La ciudad de Bloemfontein tiene aproximadamente 370.000 habitantes, que llegan a casi un millón si se le suma el Gran Bloemfontein, Thaba 'Nchu y Botshabelo (municipalidad de Mangaung).

 

Es en Bloemfontein en donde quizás se encuentra la población blanca en mayor número respecto a otras ciudades africanas. Ciertamente, llama mucho la atención no solo el contraste entre las personas de tez muy blanca y ojos claros, sino la enorme proporción de gente rubia respecto a la población de color, asiática o hindú.

La verdad es que no he tenido la suerte de ver ni una sola pareja formada por persona de color y persona de raza blanca. Según me cuentan mis amigas afrikáners, sí suelen formarse lazos de amistad entre ellos pero no suelen formalizar la relación en matrimonio debido, en gran parte, a las tradiciones muy arraigadas entre las personas de color que lo dificultan, sobre todo si se trata de una unión entre mujer de color y hombre blanco.

Reconozco que estas imágenes de abajo me impactaban bastante. No importa si hace frío o calor, el auténtico afrikáner disfruta yendo descalzo por los sitios. Según ellos, les hace sentirse libres y en contacto con la naturaleza.

  

          

Tardé un poco en acostumbrarme a recibir a mi niña descalza y con los pies sucios a la salida del cole pero con las toallitas húmedas del bolso se solucionaba la cosa. Lo más importante es que salía feliz de clase.

En cuanto a la religión se refiere, la mayoría de los habitantes son cristianos y practican alguno de los cultos de la Iglesia Católica, Anglicana, Protestante, Calvinista Afrikáner o de las Iglesias independientes Africanas. También hay importantes comunidades hindúes, musulmanas y judías. Las religiones autóctonas están muy arraigadas y a veces se practican de forma conjunta con el cristianismo.

La influencia de las costumbres americanas también ha llegado aquí en algunas celebraciones como por ejemplo el típico "baby shower" que no es otra cosa que una fiesta que se hace a la futura mamá antes de tener el bebé. En esa reunión, normalmente de amigas, se entregan regalos para el bebé.

En cambio, extraña que Halloween y los Carnavales no se celebren en los colegios. 

 

También, por otra parte, ellos tienen su día especial de la barbacoa o “braai” que se celebra el 24 de septiembre coincidiendo con su “Heritage Day”.

Fuentes: Mi buena amiga María, Internet y mi humilde propia experiencia.

Gracias por esas fotos maravillosas, María!

Hasta la próxima, amigos! 

Sudáfrica

 

La aventura sudafricana tuvo lugar de Septiembre 2013 a Junio 2014 y duró nueve meses que, a pesar de ser tan poco tiempo, ha dejado su huella en nuestro corazón. Nunca imagine que vivir allí me hiciera tan feliz. Tanto los niños como yo nos sentimos muy integrados con su gente tan amable y cariñosa.

 

 

Reconozco que mi ignorancia sobre el país me hizo sentir un poco reacia ante la idea de mudarnos a vivir allí al principio.

La información al respecto en Internet tampoco la hacía especialmente atractiva a mis ojos, a pesar de las espectaculares fotografías, pues hablaba mucho sobre inseguridad debido a la notable desigualdad social.

Sudáfrica es conocida por su diversidad de culturas, idiomas y creencias religiosas, por lo que se le conoce como "la nación del arco iris". Once idiomas son reconocidos como oficiales por la Constitución de Sudáfrica. Dos de los once idiomas son de origen europeo: el afrikáans, idioma que proviene directamente del neerlandés y es hablado por la mayoría de la población blanca y mestiza, y el inglés. Aunque el inglés tiene un importante rol en la vida pública y comercial es, sin embargo, el quinto idioma por hablantes nativos.

 

¿Os imagináis aterrizar en un país en donde el inglés (el único idioma con el que estáis familiarizados) ocupa el quinto lugar por hablantes nativos?

Pues ahora imaginaros que vais con niños que van a vivir y estudiar su año académico allí...

Nuestra llegada a Bloemfontein no pudo ser mejor, mientras España nos despedía con un triste y melancólico otoño, en Sudáfrica la incipiente primavera nos recibió con una explosión de color y flores.

Bloemfontein es la sede del poder judicial así como también la capital de la provincia del Estado Libre y es popularmente conocida como "la ciudad de las rosas", debido a la abundancia de estas flores y a que el festival anual de las rosas se lleva a cabo allí. 

Muchas estampas cotidianas del lugar atrajeron poderosamente mi atención. 

Esta imagen fue una de ellas.

 

 

         Unos hombres siendo transportados a su lugar de trabajo

Y es que Sudáfrica es un país contrastes; se aprecian grandes desigualdades entre los distintos grupos sociales, por un lado existen grandes fortunas pero por otro aproximadamente una cuarta parte de la población sudafricana se encuentra desempleada y vive con menos de 1,25 dólares estadounidenses al día.

En Sudáfrica, o al menos en Bloemfontein, no hay una regulación estricta sobre la forma apropiada y segura de viajar en los vehículos como se puede apreciar en estas fotos; muy poca gente utiliza sillita homologada para los niños, aunque la venden en los centros comerciales, y lo mismo pueden ir así los niños como un caballo en este tipo de vehículos.

Eso si, hay que reconocer que son un ejemplo de civismo y educación al volante. Ya quisiéramos nosotros, en nuestras ciudades, que nos cedieran el paso y se alternaran los coches para pasar con la misma armonía que allí se hace en los cruces. ¡Impresionante!

 

 

Este cruce nos daba mucho respeto a las expatriadas por allá. Si a eso le añades que conducen por la izquierda, la cosa se complica.

 

Como puede apreciarse, recuerda mucho a los cruces que pueden encontrarse en USA.

Frente al desarrollo y modernidad que está experimentando el país en algunas ciudades como por ejemplo Ciudad del Cabo, Durban...etc, todavía se percibe la herencia del periodo del apartheid en algunos detalles sutiles.

Tengamos en cuenta que la abolición del apartheid no queda tan lejana en el tiempo, la liberación de Nelson Mandela tuvo lugar en 1990, después de pasar veintisiete años encarcelado por defender la igualdad entre las personas de color y los blancos.

¿Cómo se aprecian estos detalles?

 

 

El personal doméstico me llamaba especialmente la atención . Aunque los sueldos son en general bajos, este gremio sufre mucha injusticia. Una empleada doméstica gana tan solo cien euros al mes por una jornada de aproximadamente nueve horas al día, sábados incluidos.
Una amiga y yo hemos llegado a ver una cama y un pequeño televisor en el garaje de un chalet que tenía el portón abierto. Sin duda a algunos les cuesta evolucionar con los tiempos, y siguen anclados en el pasado.

Pero no penséis que el coste de la vida allí es especialmente barato, si bien es cierto que la restauración la encontramos más barata que en España, por lo demás no hemos experimentado un ahorro destacado en el bolsillo.  

Muchas veces los niños pasan más tiempo con el personal doméstico que con sus propios padres y los niños aprenden a hablar en sesotho, además de la lengua materna afrikáans y la lengua neutra, el inglés. 

Algo que también llama poderosamente la atención allí es hablar varios idiomas con fluidez, o bien afrikáans e inglés, sesotho e inglés etc.

En fin, espero que os haya gustado el post de hoy.

Fuentes: Mi buena amiga María, Internet y mi humilde propia  experiencia.

Gracias por esas fotos maravillosas, María!!!